Los vendajes son una técnica fundamental en ciencias de la salud para inmovilizar, proteger, y/o comprimir una zona lesionada. Su correcta aplicación ayuda a prevenir complicaciones, reducir el dolor y facilitar el proceso de curación. A continuación, se describen los principales tipos de vendajes, recomendaciones para su uso y las características importantes que se deben considerar.

VENDAJE. Envoltura y protección con tiras de tela sobre lesiones o heridas.

VENDAS. Los materiales más empleados son gasa, elástica, manta, franela y tela adhesiva.

Hay diversos tipos de vendaje:

1. Comprensivo: sirve para ejercer presión para prevenir hemorragia.
2. Contentivo: para sostener un apósito.
3. Para inmovilizar: con el fin de impedir el movimiento en fractura, luxación o esguince.

RECOMENDACIONES PARA UN VENDAJE.

1. No demasiado apretado porque impide la buena circulación y causa dolor.
2. No flojo porque se desplaza. No cumple su cometido.
3. Adaptarlo bien a las salientes óseas o a las curvaturas del cuerpo.
4. El principio y al final de la venda nunca sobre la herida para impedir que dobleces o grapas causen dolor o daño.
5. Limpiar el área.
6. La región o el miembro a vendar estaría libre de ropa.
7. Que la zona esté relajada, pues el vendaje sobre el músculo contraído se afloja al ceder el espasmo.
8. Iniciar el vendaje de la periferia al centro, por ejemplo, de la mano hacia el codo, para evitar la congestión sanguínea.
9. Colocar protección con algodón en salientes óseas, entre los dedos, axilas, detrás delas orejas.
10. Cubrir la superficie del cuerpo con el menor número de vueltas posibles, entre menos venda mejor para disminuir el peso.
11. Desechar vendas contaminadas con sangre o secreciones.

ALGUNOS TIPOS DE VENDAJES.

1. En cráneo: se inicia con dos vueltas circulares de la frente, se invierte para dirigirse hacia atrás para luego regresar hacia adelante.
– Para cubrir lesiones de un ojo.
– Para cubrir ambos ojos.
-Para enfermedades del oído y región mastoidea.
Se coloca un apósito rodeando la oreja con una incisión para exteriorizar el pabellón auricular.
2. Tórax: espalda, fractura de clavícula e inmovilización de músculos.
3. Fractura de costillas: mientras se traslada al hospital se debe poner vendaje circular en el tórax.
4. Clavícula: inmovilización con correas en este tipo de fractura.
5. Glándula mamaria.
6. Luxación acromio clavicular.
7. Antebrazo: indicado para la lesión del antebrazo, involucra las articulaciones vecinas (codo y muñeca) y se sostiene con un cabestrillo.
8. Brazo: sirve para inmovilización temporal de fracturas de humero, inicia desde la cintura, pega el brazo al tórax con el codo en flexión mayor a 90 grados.
9. Antebrazos: son frecuentes las fracturas porque al caer la persona intenta protegerse metiendo la mano para amortiguar el golpe.
10. Mano: es nuestra herramienta para numerosas actividades; por ello, la mano está expuesta a lesiones.
11. Dedo: los dedos se hieren con mayor facilidad que cualquier otra parte del cuerpo, para estos casos se han diseñado diversos vendajes, a continuación se ejemplifica uno.
12. Muslo: sirve para cubrir heridas o quemaduras, este tipo se inicia con dos vueltas circulares arriba de la rodilla.
13. Rodilla: las lesiones de rodilla son comunes en el deporte.
14. Tobillo: esguince de tobillo.

Recomendaciones para el Uso de Vendajes:
Aplicar con Cuidado: Asegúrate de que el vendaje no esté ni demasiado apretado ni demasiado suelto. La circulación debe mantenerse adecuada para evitar daños mayores.
Material Adecuado: Utiliza vendajes elásticos o adhesivos según la necesidad de compresión o inmovilización.
Monitoreo: Revisa con frecuencia la zona vendada para detectar posibles signos de mala circulación (hinchazón, cambios de color, adormecimiento).
Higiene: Si el vendaje cubre una herida, es fundamental cambiarlo regularmente para evitar infecciones.
Características Importantes de los Vendajes:
Firmeza y Ajuste: Un buen vendaje debe proporcionar estabilidad sin restringir completamente el flujo sanguíneo.
Compresión: Los vendajes deben controlar la inflamación sin generar un exceso de presión, evitando daños adicionales.
Inmovilización: Algunos vendajes están diseñados para limitar el movimiento, como los aplicados a esguinces o fracturas.
Confort: Es esencial que el vendaje no cause molestias al paciente, especialmente si será usado por largos períodos.
Transpirabilidad: En casos de vendajes prolongados, se recomienda utilizar materiales que permitan la ventilación de la piel para evitar infecciones.

Las lesiones de tobillo son frecuentes en deportes o al caminar en zona empedrada, debido a su fragilidad.
El vendaje es de uso provisional para esguince, luxación o fractura.

Conclusión:
El uso adecuado de los vendajes es una habilidad clave en el cuidado de lesiones. Saber elegir el tipo adecuado y aplicarlo correctamente puede marcar una gran diferencia en la recuperación del paciente y la prevención de complicaciones.