Los Movimientos de Damnificados ante el Sismo en México en Sociología, en el Periodo 1985 a 2000 el cual comienza con el terremoto de 1985, al que la ciudad y el gobierno federal no respondieron. Carecían de planes para hacer frente a emergencias, brindar atención inmediata a las víctimas y luego reconstruir la ciudad. La recuperación de cuerpos y el rescate de sobrevivientes estuvo a cargo de los mismos ciudadanos, cuya unidad y entrega Superan a la de las autoridades. Ante la emergencia, los ciudadanos exigieron adquisición de terrenos, préstamos abajo, costo, programas de reconstrucción en popular y restauración de los suministros de agua y electricidad.
Como resultado del aumento de la presencia civil, el gobierno emitía un decreto de expropiación el 11 de octubre, que afecta a más de 5.000 terrenos y edificios, pero no logró resolver el problema por completo. Las manifestaciones continuaron y el 21 de octubre el gobierno cambia el decreto, reduciendo el número de expropiados a 4.263.
En ese sentido, 40 grupos de vecinos formaron una Coordinadora Única de Damnificados (CUD) para organizar una marcha de hasta 30.000 personas en los 20 distritos más afectados. Habiendo perdido todo en el terremoto, sus principales necesidades eran vivienda y empleo.
La CUD logra presionar al Ministro de Desarrollo Urbano para que renuncie. El nuevo secretario fue Manuel Camacho Solís, quien respondía a las demandas del movimiento. De esta forma se construyeron primero 45 000 viviendas, luego otras 15 000 y la reconstrucción de Tlatelolco. El movimiento acaba con la existencia del PRI en las zonas afectadas y demuestra que los vecinos de la Ciudad de México podían organizarse y defender sus demandas.
Dos años después, en 1987, todavía había gente buscando vivienda que no había recibido apoyo de los programas gubernamentales. Se preparó una lista con los nombres de miles de personas que se registraron como víctimas. Esto lleva a la creación de una Asamblea de Barrios, que para 1988 había registrado 55.000 inquilinos sin vivienda adecuada.
Para 1988, MUP se había extendido a la mayoría de las ciudades de México, crecieron a raíz de los terremotos, pero en Durango y Monterrey comenzaron a sufrir represión. También hubo división, algunos sectores optaron por votar en las elecciones de 1988 y otros no.
Como puede ver, la temática del MUP en la Ciudad de México cambia durante este periodo. Los participantes eran anteriormente colonos e inquilinos, pero ahora son víctimas y buscadores de hogares.
En 1994, el gobierno de Carlos Salinas se dio cuenta de que la pobreza urbana era rampante en las áreas urbanas, vio el potencial de crecimiento y lanza un programa de solidaridad nacional para abordar todas las comunidades marginadas y deshabilitar los movimientos urbanos. Los exhorto a que se organicen para obtener hipotecas y cemento para la Construcción de aceras con tal de que inviertan mano de obra en pavimentar las calles.
Forma de organización: los vecinos salen voluntariamente a las calles para ayudar a las víctimas del terremoto, muestran una fuerte solidaridad con los familiares de las personas desaparecidas y muertas, se organizan por el edificio derrumbado para salvar a todos los sobrevivientes. Los sindicatos de víctimas se organizaron luego por calle, eventualmente por barrio y finalmente por su coordinador.
Estrategia de batalla: El terremoto radicaliza el movimiento más allá de las autoridades en la auto organización. A través de matinés y marchas violentas en medio de manifestaciones diarias, rápidamente fueron reconocidos como actores independientes en los intentos del gobierno por controlar el movimiento.