La duda es una característica fundamental de la filosofía, ya que la filosofía se ocupa de preguntas fundamentales sobre la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la mente y el lenguaje. Muchas de estas preguntas son difíciles de responder con certeza y pueden ser objeto de debate y discusión.
La duda es una herramienta importante para los filósofos, puesto que les permite evaluar críticamente diferentes argumentos y puntos de vista, y llegar a conclusiones más sólidas y fundamentadas. La filosofía también fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de cuestionar lo que se da por sentado, lo que implica la duda y el escepticismo.