El estilo de la arquitectura herreriano en el virreinato de la Nueva España surgió en el siglo XVI y fue influenciado por la arquitectura española de la época. Este estilo se caracteriza por el uso de líneas rectas y la ausencia de ornamentación, lo que da lugar a un diseño sobrio y elegante.
En el virreinato de la Nueva España, el estilo herreriano se utilizó principalmente en la construcción de edificios religiosos, como conventos y monasterios. Ejemplos destacados de este estilo en el virreinato incluyen el Monasterio de San Francisco en México y la Capilla de San José en Puebla.
El estilo herreriano en el virreinato de la Nueva España tuvo algunas diferencias con respecto a la arquitectura herreriana en España. Por ejemplo, las edificaciones en el virreinato tenían una mayor presencia de elementos decorativos, como el uso de azulejos y mosaicos, que no eran comunes en España.
En conclusión, el estilo de la arquitectura herreriano en el virreinato de la Nueva España se caracteriza por su sobriedad y elegancia, con líneas rectas y ausencia de ornamentación. Fue utilizado principalmente en la construcción de edificios religiosos y tuvo algunas diferencias con respecto al estilo herreriano en España, como la presencia de elementos decorativos adicionales.