Se encontraba prisioneros Francisco I. Madero, Pino Suárez y Felipe Ángeles esperando el apoyo de los militares leales al presidente el día 18 de febrero de 1913. Se arreglaron para que se les respetara la vida y Victoriano Huerta promete que si renunciaban a sus cargos podrían salir a Veracruz y luego a Cuba, dijeron que los embajadores de españa y cuba se habian arreglado.
