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Inicio de las Etapas de la Guerra de Independencia – Historia de México 1

El 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo se hizo cargo del movimiento. Después de su discurso en la Iglesia de Dolores, levantó un pequeño ejército improvisado, compuesto en gran parte por campesinos, armados con hondas, azadones y garrotes, que llevó consigo a Atotonilco, donde capturó el estandarte de Nuestra Señora de Guadalupe y en en defensa de su victoria marchó y siguió hasta San Miguel Grande, donde se unió a la Legión de los Dragones de la Reina. Camino a Guanajuato, los rebeldes se detuvieron en Celaya, donde organizaron sus tropas.

Debido a su importancia económica, los rebeldes pretendieron ocupar Guanajuato, ya que se encontraba en el centro de la zona agrícola y minera más grande del Virreinato. Para ello se pusieron en contacto con el intendente José Antonio Riano y le pidieron la entrega de la plaza, pero como éste se negó y la turba que seguía a Hidalgo notó que los vecinos de la ciudad y las tropas realistas cubrían la plaza Alhóndiga de Granadinas Para resistir el cerco, los rebeldes aprovecharon el caos para entrar a Guanajuato, y cometieron diversas atrocidades junto al contingente de rebeldes. Ante la escasez de alimentos provocada por la crisis agrícola de ese año, los rebeldes irrumpieron en Alhóndiga para Saquear de las reservas de alimentos y la posterior muerte de la mayoría de los que allí se refugiaron.

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El ejército dirigido por Hidalgo y Allende marchó entonces sobre Valladolid, donde no hubo resistencia a los rebeldes, donde Miguel Hidalgo promulgó la primera abolición de la esclavitud el 19 de octubre de 1810 hizo anuncios. Asimismo, se suprimió el tributo pagado por castas y se redujeron las contribuciones.

En el camino a la Ciudad de México, cerca del pueblo de Indaparapeo, José María Morelos se unió al contingente y Hidalgo le encargó que se rebelara en el sur.

Los rebeldes continuaron hasta Sinapécuaro y Acámbaro, donde Hidalgo recibió el título de Generalísimo. Posteriormente, continuaron hasta Toluca y capturaron a la mencionada población sin encontrar resistencia. Mientras tanto, el pánico se apoderó de los habitantes de la capital virreinal, y aunque fue derrotado por los rebeldes, el soldado realista Torcuato Trujillo intentó sin éxito detener el avance rebelde sobre el Monte de las Cruces.

A pesar de la victoria, el cura Hidalgo decidió no atacar la capital, lo que provocó un distanciamiento entre los líderes del movimiento, quienes se separaron: Hidalgo volvió a Valladolid y Allende a Guanajuato. La decisión desmoralizó a las tropas y provocó confusión entre los que participaban en la causa.

A fines de 1810, Hidalgo fue derrotado en Aculco por las fuerzas realistas comandadas por el general Félix Calleja, quien fue nombrado gobernador muchos años después. Más tarde, en Guanajuato, las tropas de Calleja capturaron el pueblo y Allende fue derrotado por las tropas realistas. Estos hechos obligaron a Hidalgo y otros rebeldes a huir a Guadalajara.

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En esa ciudad, en un esfuerzo por atraer adeptos a su movimiento, Hidalgo promulgó una serie de leyes y decretos, ordenó la abolición de impuestos, ordenó la devolución de tierras a los pueblos indígenas y nombró un representante diplomático ante el gobierno de Estados Unidos. , aunque estas disposiciones nunca se implementaron. También ordenó la edición del periódico El Despertador Americano para difundir las ideas del movimiento insurreccional.
Calleja y las tropas realistas marcharon sobre Guadalajara; el 16 de enero de 1811 derrotaron a los rebeldes en el Puente de Calderón y reconquistaron la ciudad. Esta derrota obligó a los líderes revolucionarios a huir hacia el norte, en busca de armas y pidiendo apoyo al gobierno de Estados Unidos. Camino a Zacatecas, en la hacienda El Pabellón de Aguascalientes, Hidalgo fue relevado del mando rebelde y en su lugar fue designado Ignacio Allende.

Mientras Hidalgo, Allá y Aldama marchaban hacia el ideal, Ignacio López Rayón y José María Liceaga quedaron al frente del movimiento con un bajo milicia.

En Saltillo, los caudillos se negaron a admitir la gracia ofrecida por el presidencia virreinal y al llegar a Acatita de Baján, en Coahuila, los insurgentes fueron aprehendidos y llevados a Chihuahua, en los juzgaron y, más tardíamente, fusilaron, el 26 de junio de 1811. Hidalgo, por persona fraile, tuvo un marcha párroco complementario por el que fue degenerado y excomulgado, por lo que su ajusticiamiento fue subsiguiente, el 30 de julio. De esta manera concluyó la primera fase del movimiento insurrecto

Detrás la muerte de los principales caudillos, Ignacio López Rayón asumió la autoridad del tropa insurrecto. De este modo, concentró y trasladó las tropas de Saltillo hacia el Rompiente. En su espacio, el 15 de abril de 1811 derrotó a los realistas y se apoderó de Zacatecas, adonde no encontré entereza. En esta capital reorganizó al hueste a su mando, acuñó calderilla y fundió cañones. Luego, dirigió a sus soldados hacia Zitácuaro y, en placer poblamiento, fue establecida la Unión Suprema Estatal Blazer, con la aviso de los jefes independentistas más importantes.

La igualmente llamada Trabazón de Zitácuaro estuvo integrada por López Rayón tal cabecilla, y José María Liceaga, José Sixto Verduzco y José María Cos a vocales. A sus principales encomiendas, elaboró un intención de Naturaleza que admitía la posibilidad de admitir a Fernando VII tal permisible gobernador de Noticia España, lo cual fue rechazado por Morelos, quien ya había adquirido gran trascendencia por sus victorias contra los realistas, y deseaba la personalidad absoluta.

A dolor de su significación, la Asociación de Zitácuaro no logró sus propósitos preciso a las rivalidades en sus integrantes. Constató de reorganizarla primeramente en Tlachapa y luego en Sultepec, adonde publicó el Aclaración, la Nación chaqueta, a los europeos habitantes de este zona en el rotativo!! Dibujante Territorial, y los denominados Planes de sosiego y guerra, que plasmaban

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