El movimiento de independencia de México fue el resultado de una combinación de causas internas y externas. Las causas internas incluyen:
Descontento de la población: La población de México estaba descontenta con la opresión y explotación por parte del gobierno español y de la élite criolla.
Desigualdades sociales: La sociedad colonial estaba dividida en castas y la mayoría de la población, los indígenas y los mestizos, eran marginados y tenían pocas oportunidades económicas y políticas.
El ejemplo de la Revolución Americana: La lucha de los colonos americanos contra el dominio británico inspiró a muchos mexicanos a buscar su propia independencia.
La Ilustración: Las ideas de la Ilustración, como la libertad, la igualdad y la fraternidad, también influyeron en los líderes del movimiento de independencia mexicano.
Las causas externas incluyen:
La invasión de España por Napoleón: La invasión de España por Napoleón en 1808 debilitó el control español sobre sus colonias americanas y creó una oportunidad para que los insurgentes mexicanos se levantaran en armas.
La Revolución Francesa: La Revolución Francesa y las guerras napoleónicas debilitaron el control europeo sobre sus colonias y crearon un ambiente propicio para la independencia en América Latina.
El comercio: El comercio con Europa y América del Norte había creado una clase de empresarios y comerciantes mexicanos que querían una mayor participación en el gobierno y la economía del país.
Influencia de otros movimientos independentistas: El éxito de otros movimientos independentistas en América Latina, como la independencia de Haití, también inspiró a los líderes mexicanos a buscar la independencia.