Los Toros Alados en la Cultura Asiaria Mesopotamia, una figura característica de esta remota civilización con rostros humanos, como los que adornaban la entrada al palacio de Sargón II en Nínive, cuyos orígenes se remontan al siglo VII a.c.
Juntos con los cilindros babilónicos y las estelas del Código de Hamurabi, estos animales fabuloso son preciosas muestras de arte de aquellos pueblos constituidos por feroces guerreros gobernados por despóticos monarcas que ejerció un poder absoluto.
Esto a pesar de tratarse de pueblos eminentemente bélicos, los Asirio-Caldeos legaron a la posterioridad grandes obras que aun maravillan a quienes las contemplan.