El Sistema de Mercedes fue un sistema de asignación de tierras utilizado en el Virreinato de la Nueva España durante la época colonial. Este sistema consistía en que el rey de España concedía a individuos o comunidades el derecho de utilizar y poseer una determinada cantidad de tierra.
Las Mercedes se dividían en dos tipos: las tierras baldías y las tierras de comunidad. Las tierras baldías eran aquellas que no estaban siendo utilizadas por nadie y que el gobierno colonial consideraba disponibles para ser otorgadas a particulares. Por otro lado, las tierras de comunidad eran aquellas que ya estaban en uso por una comunidad indígena.
El sistema de Mercedes se utilizó como una forma de fomentar el establecimiento de nuevas comunidades y de promover la producción agrícola y ganadera. Además, también se utilizó como una forma de controlar el uso de la tierra y de establecer el derecho de propiedad en la colonia.
Sin embargo, el sistema también fue objeto de críticas y abusos. Algunos particulares adquirieron grandes extensiones de tierra y las utilizaron para fines lucrativos sin preocuparse por las comunidades indígenas que ya estaban en esas tierras. Además, también se dieron casos de corrupción en la asignación de las Mercedes.
En el siglo XIX, con la independencia de México, se realizaron cambios importantes en la estructura de propiedad de la tierra. Se promulgaron leyes que buscaban proteger a las comunidades indígenas y limitar la concentración de la propiedad de la tierra en unas pocas manos. Sin embargo, el sistema de Mercedes dejó una huella importante en la estructura de propiedad de la tierra en la región.
Los conquistadores utilizaron mano de obra local para el trabajo agrícola y establecieron grandes fábricas de azúcar, campos de maíz y trigo y haciendas ganaderas. Después del primer año de la conquista, la mano de obra local y los alimentos escasearon, lo que llevó a una concesión real, una concesión de título de la corona española, para evitar tierras baldías y fomentar la producción de alimentos a gran escala.
Alcance y propiedad privada. Los concesionarios se comprometen a no arrendar ni vender el terreno a ninguna institución religiosa. Con el tiempo, sin embargo, estas reglas no se siguieron, y las transacciones de subvenciones eran comunes, y el sistema de subvenciones impidió repetidamente el establecimiento de instituciones religiosas.
Demarcación precisa debido a la falta de levantamientos topográficos, lo que muchas veces da como resultado grandes áreas que no están destinadas a justificar la producción agrícola, que es el objetivo principal de las subvenciones anteriores.
