El príncipe heredero Francisco Fernando, nieto del emperador Francisco José, el 28 de junio de 1914 realizó una visita oficial a la ciudad de Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina, donde fue asesinado por un fanático que quería la anexión de Bosnia y Herzegovina a Serbia, dando a Austria motivos para enfrentarse a su odiado rival. Obviamente las cosas se resolverían por canales diplomáticos, pero el 23 de julio de 1914 Austria dio un ultimátum a Serbia, sabiendo que no podría responder en las 48 horas asignadas.
Esto provocó la declaración de guerra el 28 de julio entre ambas naciones, pero inmediatamente todas las potencias quedaron comprometidas. Rusia se moviliza para defender a Serbia; Alemania, en virtud del tratado de unificación con Rusia, movilizó su ejército contra el Imperio austríaco.
El Estado Mayor alemán quería evitar la guerra en dos frentes: al este con Rusia y al oeste con Francia, por lo que decidió atacar a Francia, violando la neutralidad de Bélgica, pero finalmente fue ganada por Gran Bretaña. Se aseguró de unirse a la lucha también.
La causa coyuntural que desencadenó el estallido de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria-Hungría y su esposa, la duquesa Sofía, el 28 de junio de 1914, en Sarajevo, Bosnia, por un nacionalista serbio llamado Gavrilo Princip. Aunque este evento fue el detonante inmediato de la guerra, se enmarca en un contexto más amplio de tensiones políticas, militares y nacionalistas en Europa.