Desgarro Muscular: Cómo Identificar y Tratar las Lesiones Deportivas que Pueden Afectar tu Rendimiento
Definición de Desgarro Muscular:
Un desgarro muscular es la ruptura de las fibras musculares que ocurre cuando el músculo se estira más allá de su capacidad o se somete a una contracción súbita y violenta. Este tipo de lesión es común en actividades deportivas que requieren movimientos explosivos o cambios rápidos de dirección.
Perdida de la continuidad del músculo producida por estiramiento o avulsión (arrancamiento). Se rompen las fibras musculares. Suele acontecer en los deportes, los más afectados son los de la cara anterior del muslo (cuádriceps) o de la pantorrilla (gemelos). La lesión es por golpe directo o contracción súbita cuando intenta alargarse.
Características del Desgarro Muscular:
Ocurre principalmente en músculos grandes y activos, como los cuádriceps en la parte anterior del muslo o los gemelos en la pantorrilla.
Puede ser el resultado de un golpe directo o de un esfuerzo excesivo durante la actividad física.
Deja el músculo afectado rígido y menos flexible, con una mayor probabilidad de sufrir futuras lesiones.
Síntomas del Desgarro Muscular:
- Dolor inicial: Comienza como una molestia leve pero se intensifica con el tiempo, especialmente durante la actividad física.
- Espasmo muscular: El músculo afectado puede experimentar contracciones involuntarias.
- Dolor al tacto: La zona lesionada es dolorosa al palparla, indicando una inflamación subyacente.
- Limitación de movimiento: Dolor significativo al intentar extender o contraer el músculo lesionado.
- Defecto palpable: En casos graves, se puede sentir una hendidura o deformidad en el músculo.
- – El daño de las células musculares provoca hemorragia e inflamación y su posterior reparación con base en tejido cicatrizal que deja al músculo rígido, poco elástico, con tendencia a lesionarse de nuevo.
- – En un principio, hay dolor leve, puede seguir jugando, pero el dolor se agudiza minutos más tarde.
- – Espasmo muscular.
- – Dolor a la palpación.
- – Dolor al extender la extremidad.
- – En casos graves se palpa el defecto en el músculo.
Tratamiento del Desgarro Muscular:
Control del dolor e inflamación: Aplicación de hielo en la fase aguda de la lesión para reducir la hinchazón.
Reposo: Evitar el uso del músculo lesionado para permitir una correcta recuperación.
Fármacos antiinflamatorios: Recetados por un médico para aliviar el dolor y la inflamación.
Rehabilitación: Ejercicios supervisados para recuperar la flexibilidad y fuerza muscular.
Cirugía: En casos extremos donde el desgarro es severo, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico para reparar las fibras musculares.
En la etapa aguda, control del dolor e inflamación. Puede emplearse hielo y reposo del músculo. El médico emplea fármacos Antiinflamatorios. Rehabilitación. En casos específicos es necesaria la cirugía.