La automedicación es un problema de salud pública. Al referirse a los antibióticos, utilizarlos en forma inadecuada puede desarrollar resistencias bacterianas, transformándolos en inefectivos, con graves consecuencias sobre el paciente.
La automedicación es la práctica de administrarse uno mismo medicamentos sin la supervisión ni la prescripción de un profesional de la salud. Esta práctica puede involucrar el uso de medicamentos de venta libre o incluso de medicamentos recetados que no se han utilizado según las indicaciones del médico.
Antes de recetar un antibiótico se evalúan los siguientes puntos:
1. Conocimiento exacto del medicamento.
2. Alergias del paciente a otros fármacos o alimentos.
3. De preferencia disponer del cultivo y antibiograma (si lo permite el estado del paciente). (Se requieren de dos a tres días para saber el resultado).
4. Edad y peso del enfermo.
5. Presencia de embarazo actual o lactancia.
6. Búsqueda de otras enfermedades.
7. Vía de administración.
8. Condiciones del paciente.
9. Dosis según el peso corporal.
10. Estado inmunológico.
11. Disponibilidad del producto.
Aunque en algunos casos la automedicación puede ser segura y efectiva, puede conllevar diversos riesgos y consecuencias negativas para la salud:
Riesgo de diagnóstico erróneo: Automedicarse sin una evaluación médica adecuada puede llevar a un diagnóstico incorrecto de la enfermedad subyacente, lo que podría retrasar el tratamiento adecuado o incluso empeorar la condición de salud.
Interacciones medicamentosas: Tomar varios medicamentos sin la supervisión de un profesional de la salud aumenta el riesgo de interacciones medicamentosas adversas, que pueden resultar en efectos secundarios graves o incluso poner en peligro la vida.
Resistencia a los medicamentos: La automedicación inapropiada puede contribuir al desarrollo de resistencia a los medicamentos, ya que el uso incorrecto o excesivo de antibióticos y otros medicamentos puede hacer que las bacterias y otros microorganismos se vuelvan resistentes a su acción.
Enmascaramiento de síntomas: El uso de medicamentos para aliviar los síntomas sin abordar la causa subyacente puede enmascarar temporalmente los síntomas de una enfermedad más grave, lo que puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuados.
Daño hepático y renal: El uso prolongado o excesivo de ciertos medicamentos, como los analgésicos de venta libre y los antiinflamatorios no esteroides (AINE), puede causar daño hepático y renal.
Dependencia y abuso: La automedicación puede llevar a la dependencia física o psicológica de ciertos medicamentos, especialmente aquellos con potencial de abuso, como los opioides y los tranquilizantes.
Los Riesgos de la Automedicación
-La automedicación es un riesgo.
-Múltiples factores confluyen en este hábito peligroso, el cual puede tener consecuencias negativas.
-Numerosos medicamentos puede interactuar entre sí.
-Si se administran las dosis inferiores a las adecuadas, pueden no producir el efecto deseado.
-Algunos medicamentos pueden causar intoxicación por sobredosis.
-Algunos fármacos pueden tener efectos colaterales.
-Los medicamentos no solo actúan de acuerdo con sus componentes , sino también según las características particulares de las personas que las ingieren. Sin tener conocimientos médicos, muchas personas toman la responsabilidad de su propia salud y la de sus amigos o familiares en sus manos. Sin ningún reparo sugieren remedios contra toda clase de dolencias sin tener en cuenta las consecuencias que pueden ocasionar.
En resumen, la automedicación puede parecer una solución rápida y conveniente para aliviar los síntomas menores, pero puede tener graves consecuencias para la salud si no se realiza de manera adecuada y responsable bajo la supervisión de un profesional de la salud. Es importante buscar siempre el consejo médico antes de comenzar cualquier tratamiento medicamentoso.
