El descubrimiento de un continente hasta entonces desconocido para los europeos provocó varios cambios importantes en los seres humanos, incluidos los matrimonios mixtos, el intercambio de genes y culturas entre diferentes razas, creando nuevos grupos sociales. El colonialismo y los virreyes de la Nueva España
Españoles y criollos formaron los grupos más grandes de la Nueva España, y su población fue predominantemente indígena hasta finales del siglo XVIII. Según Alexander von Humboldt, la comunidad tenía una población de alrededor de 5 millones, la mitad de los cuales eran indios, una cuarta parte mestizos, otra cuarta parte criolla y una pequeña porción española.
A continuación, profundizarás en la estructura social y las características de cada uno de los grupos que componen la nueva sociedad española.
En el siglo XVIII, los virreyes de la Nueva España (México) tenían una organización social muy jerarquizada. En lo más alto de la jerarquía social se encontraban los españoles peninsulares (nacidos en España) que ocupaban los puestos políticos y administrativos más importantes. Entre los españoles peninsulares se encontraban los criollos españoles nacidos en América, a quienes se consideraba inferiores a los peninsulares ya menudo se les negaba el acceso a los más altos cargos políticos y militares.
Por debajo de los criollos están los mestizos, personas de ascendencia mixta europea y aborigen, y los mulatos, personas de ascendencia mixta europea y africana. Estos grupos eran de bajo estatus social y generalmente trabajaban como artesanos, comerciantes o agricultores.
En la parte inferior de la jerarquía social estaban los esclavos nativos y africanos que sufrían una discriminación sistémica y eran considerados propiedad en lo que respecta a los esclavos. La Iglesia Católica también jugó un papel importante en la organización social del Virreinato de la Nueva España, ya que ejercía un gran poder y controlaba muchos aspectos de la vida social, política y religiosa. Los jesuitas y otros grupos religiosos establecieron escuelas, universidades y hospitales para la población indígena, lo que influyó mucho en la educación y cultura del virreinato de la Nueva España.
