La sinergia es el proceso de armonizar diferentes expresiones culturales o religiosas para formar nuevas tradiciones. Este término es utilizado por la antropología cultural para denotar dos tradiciones diferentes que, por determinadas circunstancias históricas, se ven obligadas a convivir durante un tiempo y pasan por el proceso de asimilación paulatina de elementos de otra cultura, que suele ocurrir de forma espontánea, lenta. e inconsciencia
En lo que se refiere a la religión, este sincretismo es el resultado del choque de dos culturas, la latinoamericana y la local, que es más fuerte pero que gradualmente absorbe y adapta elementos de la cultura conquistada para promover las formas de la población local y su aceptación en un proceso de evangelización para el cual integraron elementos religiosos y culturales de los pueblos de Mesoamérica.
Antes de la conquista, los indígenas vivían en sociedades con normas complejas y arraigadas en su religión y culto, que a su vez estaban profundamente arraigadas en su vida cotidiana, por lo que no fue tarea fácil para los colonos imponer nuevos íconos y símbolos católicos.
En el curso de su evangelización, los conquistadores se vieron obligados a permitir que los pueblos indígenas conservaran algunos de sus rituales y tradiciones culturales y religiosas para adaptarlos fácilmente al catolicismo. Este proceso produjo una identidad religiosa nueva y distinta que incluía elementos cristianos, indígenas e incluso africanos, lo que resultó en nuevas interpretaciones y representaciones de la fe católica.
La fusión religiosa que resultó de esta unión comenzó a manifestarse en la interpretación liberal de los símbolos cristianos por parte de los artesanos indígenas y mestizos, así como en sus interpretaciones de festividades como la Navidad, las Posadas o el Día de Muertos. Esta fusión cultural es evidente en las representaciones de imágenes o símbolos cristianos que se encuentran en la mayoría de las nuevas iglesias españolas, que mezclan elementos indígenas como el Angelito Negro, la Virgen mestiza y mestiza, el Árbol de la Vida de la Virgen, el Diablo Blanco, el Cristo Negro, y
Para entender el origen de este proceso, cabe señalar que los evangelistas franciscanos promovieron fuertemente los títeres y las danzas como parte de una estrategia de evangelización para reforzar los modelos occidentales entre los nuevos creyentes, y que durante las fiestas religiosas anuales se permitía a los nativos bailar, cantar y usar las ropas que habían usado antes de su victoria. Entre estas fiestas, cabe destacar San Francisco, patrón de la ciudad, Corpus Christi, Semana Santa y otras fiestas del calendario eclesiástico, como Navidad, Candelaria, Nuestra Señora de los Fieles y Melone Dalupe.
De esta manera, los cantos y bailes en honor a deidades como Tonanzina fueron reemplazados por celebraciones de Nuestra Señora de Guadalupe, y como resultado, la música y el baile se mezclaron con ceremonias e imágenes religiosas españolas e indígenas.
Los ejemplos más evidentes de sincretismo son los bailes que ahora aparecen en diversas fiestas religiosas, llamados “bailarines”, que peregrinan a los templos e incluso organizan “duelos” entre distintas cofradías, en los que participan mujeres y niños con coloridos trajes. , máscaras y tocados
De hecho, son pocas las fiestas patrocinadas sin simbología cristiana local, por un lado, ofrendas, mitos, danzas indígenas, trajes y máscaras prehispánicas, así como cantos litúrgicos, procesiones, juegos pirotécnicos, y por otro, como la mora. y danzas cristianas. .