Traje Típico de Hombre del Estado de Yucatán.Consta de una guayabera y un pantalón blanco, hay que aclarar que tambien se le puede conocer como Guayabera Yucatecas y que existen varias versiones sobre este particular nombre.
Una habla de que hace más de 200, un hombre muy rico, atormentado por el calor en las calles de Cuba, no resistió y se sintió atraído por una tela muy ligera, hecha de algodón llamada Batista, así que compro varios metros de este material, y llegando a su casa le pidió a su mujer que le hiciera una camisa con varias bolsas; era tan fresca y de diseño tan bello que muy pronto, todos los empleados de este hombre le copiaron el estilo; esta historia cuenta que que a esta camisa se le llamo “Yayabera” por que todo esto pasó muy cerca de un río la cercanía de río Yayabo, tiempo después, el nombre se convirtió en Guayabera por que los trabajadores descansaban a la sobra de un guayabo.
La otra historia sobre su nombre indica que, se le llamó Guayabera porque los hombres que la usaban solían guardar guayabas en sus amplias bolsas.
Este prenda llegó a nuestro país cuando comenzaron los transportes marítimos, antes de 1800, cuando había un intercambio constante entre Cuba y Yucatán. Se dice que esta prenda fue introducida al país por don Pedro Mercader Gausch, un hombre de origen español que vivía en Mérida y solía viajar mucho a cuba. Dicen que Don Pedro comenzó a fabricar diseños alforzados, agregándole a las bolsas delanteras superiores una especie de tapas y botones, e hizo más anchas las bolsas inferiores, al ver que tradicionalmente los yucatecos vestían de blanco, decidió que ese debía ser el color de la guayabera.
Muchos presidentes mexicanos las usaban en sus giras, incluso cuando el entonces presidente George Bush visitó nuestro país, portaba una guayabera. Y hoy en día es un elemento indispensable en el traje típico del hombre yucateco, acompañado siempre de unos pantalones blancos de corte recto y chamarra o filipina de popelina blanca, también alforzada de manga larga, cuello alto, acompañadas de un paliacate rojo y por supuesto, un sombrero blanco de jipi o palma fina.