Chlamydia [Clamidia] es una bacteria intracelular obligada, y las especies más comunes que afectan a los humanos son Chlamydia Trachomatis, responsable de las infecciones genitales y oculares, y Chlamydia Pneumoniae, que puede causar infecciones respiratorias.
Es un conjunto de infecciones causadas por la Chlamydia Trachomatis, bacteria intracelular de los órganos invadidos, Gram negativa, por eso es tan difícil descubrir. Hay muchas variedades de Chlamydia que originan padecimientos diferentes, también de transmisión sexual.
EPIDEMIOLOGÍA.
Es común en jóvenes, y cada año afecta a 90 millones de personas. Según las estadísticas de Estados Unidos, la padece la tercera parte de los adolescentes con vida sexual activa, de medio socioeconómico bajo. En México, la sufre la cuarta parte de los jóvenes que acuden a consultar al médico por flujo vaginal. Las cifras son alarmantes. Tienen distribución mundial, con predominio en zonas tropicales y países pobres.
Epidemiología: La infección por Chlamydia Trachomatis es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes a nivel mundial. Afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes.
Transmisión: La transmisión ocurre principalmente a través del contacto sexual directo con una persona infectada. También puede transmitirse de madre a hijo durante el parto, causando conjuntivitis y neumonía en el recién nacido.
La transmisión ocurre principalmente a través del contacto sexual directo con una persona infectada. También puede transmitirse de madre a hijo durante el parto, causando conjuntivitis y neumonía en el recién nacido.
Síntomas: Chlamydia Trachomatis puede ser asintomática en muchos casos, pero cuando se presentan síntomas, estos pueden incluir:
Puede causar uretritis, epididimitis, síndrome de Reiter (artritis-uretritis, conjuntivitis, lesiones Mucocutaneas), cervicitis, mucopurulenta, enfermedad pélvica inflamatoria, linfogranuloma venéreo entre otros cuadros. El linfogranuloma es causado por las cepas L1, L2 y L3, tiene tres fases. En la primera surge una lesión pequeña, parecida a una vesícula, localizada en genitales externos, que dura pocos días. En otros casos no se detecta ninguna alteración.
La segunda fase empieza de dos a seis semanas después con crecimiento de ganglios cercanos a los genitales, puede romperse y dejar escapar pus. Hay fiebre, dolores musculares o articulares, escalofríos, anorexia y cefalea. En la tercera fase aparecen fístulas en genitales (comunicación entre recto y piel, vejiga urinaria y piel) que dejan escapar heces, orina o pus. Otras infecciones benignas por Chlamydia solo producen flujo amarillo en mujeres y molestias urinarias en varones.
- En mujeres: Flujo vaginal anormal, dolor abdominal, dolor durante el sexo, sangrado entre períodos.
- En hombres: Secreción uretral, dolor al orinar, inflamación testicular.
Complicaciones: Las complicaciones de la infección por Chlamydia incluyen:
Fístulas, aumento anormal de volumen de la región, abscesos. En niños, infecciones oculares.
- En mujeres: Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), que puede llevar a la infertilidad y embarazos ectópicos.
- En hombres: Epididimitis, que puede afectar la fertilidad.
- En ambos sexos: Aumento del riesgo de contraer el VIH.
Prevención: La prevención de la infección por Chlamydia implica:
Tener relaciones sexuales con una sola pareja, es decir, ser responsables. Dar tratamiento oportuno a los enfermos
- Prácticas sexuales seguras: El uso correcto y consistente de preservativos puede reducir el riesgo de transmisión.
- Pruebas regulares: Las pruebas de detección son fundamentales, especialmente para personas sexualmente activas y aquellas con múltiples parejas.
- Tratamiento temprano: La detección y el tratamiento temprano son esenciales para prevenir complicaciones a largo plazo.
Técnicas de Cultivo en el Laboratorio: Chlamydia no se puede cultivar en medios de cultivo convencionales como muchas otras bacterias debido a su naturaleza intracelular obligada. En lugar de eso, se utilizan técnicas de cultivo celular. Se cultivan en líneas celulares susceptibles a la infección, como células de líneas HeLa. Las técnicas de cultivo celular permiten la observación y estudio de la bacteria en el laboratorio.
Es importante tener en cuenta que, además de las técnicas de cultivo, las pruebas de diagnóstico molecular, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), son comúnmente utilizadas para detectar la presencia de Chlamydia en muestras clínicas. Estas pruebas ofrecen alta sensibilidad y especificidad en comparación con las técnicas de cultivo.
El cultivo es uno de los procedimientos más importantes para la identificación de microorganismos. Se observa su crecimiento en sustancias alimenticias artificiales preparadas en el laboratorio. La mayoría de las bacterias patógenas. Necesitan nutrientes complejos similares en composición a los líquidos orgánicos del cuerpo humano, por lo que la base es una infusión de extractos de carne y peptona a la que se agregarán otros ingredientes. Las bacterias deben cultivarse con condiciones generales especiales, las cuales se mencionan a continuación:
1. NUTRIENTES ADECUADOS DISPONIBLES.
Un cultivo adecuado para investigar debe contener como mínimo carbono, nitrógeno, azufre, fósforos y sales inorgánicas. Actualmente, la forma más extendida de aportar estas sustancias a los medios es utilizar peptona, que además representa una fuente fácilmente asequible de nitrógeno carbón. A menudo, sé añadir colorantes al medio de cultivo.
2. CONSISTENCIA DEL MEDIO.
Partiendo de un medio líquido, podemos modificar su consistencia añadiendo productos como la albúmina, gelatina o agar.
3. LUZ AMBIENTAL.
La mayoría de los microorganismos crecen mucho mejor en la obscuridad que en presencia de la luz solar.
4. TEMPERATURA.
En condiciones generales, los patógenos humanos crecen en rangos de temperatura mucho más cortos, alrededor de 37 grados centígrados.
5. HUMEDAD Y pH.
Un mínimo de humedad en medio y atmósfera es necesario para el desarrollo, así como un pH neutro.
6. ESTERILIDAD.
Es fundamental recordar que todos los medios de cultivo han de estar perfectamente esterilizados para evitar la aparición de formas de vida que puedan alterar, enmascarar o impedir el crecimiento.