El parasitismo es una relación biológica entre dos organismos, donde uno de ellos (el parásito) se beneficia a expensas del otro (el hospedador). Esta relación puede tener consecuencias negativas para el hospedador, aunque no siempre es letal.
Es la disciplina de la biología que estudia el parasitismo causado por protozoarios y helmintos. Parasitismo es la relación que existe entre un parásito que viva expensas de otro llamado hospedero y que además le causa daño. La parasitosis es un problema de salud pública mundial, tan solo se sabe que alrededor de 800 millones de personas padecen paludismo.
Afectan todas las edades, pero con mayor frecuencia a los niños, y la desprotección económica conlleva un mayor riesgo de sufrirlas. Afectan a todos los órganos del cuerpo humano y pueden ser desde muy benignas hasta ocasionar la muerte.
Aquí se describen las características, clasificación, agentes productores y transmisión del parasitismo:
Características:
Dependencia: El parásito depende del hospedador para obtener nutrientes y, en algunos casos, refugio y reproducción.
Daño al Hospedador: El parasitismo puede causar daño al hospedador, que puede variar desde leves molestias hasta enfermedades graves.
Evolución Coevolutiva: El parasitismo a menudo conduce a una coevolución entre el parásito y el hospedador, donde ambos desarrollan adaptaciones para maximizar su supervivencia.
Las enfermedades parasitarias se pueden clasificar en dos grandes grupos: por los agentes productores y por sus mecanismos de transmisión.
Clasificación:
Existen diferentes formas de clasificar los parásitos según varios criterios, como su tamaño, ciclo de vida y lugar en el hospedador. Aquí, se presenta una clasificación general:
Endoparásitos: Viven dentro del hospedador. Ejemplos incluyen los gusanos intestinales y algunos protozoos.
Ectoparásitos: Viven en la superficie externa del hospedador. Ejemplos incluyen pulgas, piojos y garrapatas.
Parásitos obligados: Dependientes del hospedador para su supervivencia.
Parásitos facultativos: Pueden vivir de forma independiente o como parásitos.
Agentes Productores:
Los agentes productores de parasitismo incluyen diversos organismos, como:
Protozoos: Organismos unicelulares, como Plasmodium, causante de la malaria.
Helmintos: Gusanos, como los nematodos y los platelmintos, que pueden ser endoparásitos.
Artrópodos: Insectos como pulgas, garrapatas y piojos, que son ectoparásitos.
Microorganismos: Bacterias y virus también pueden actuar como parásitos.
POR AGENTES PRODUCTORES: PROTOZOARIOS Y HELMINTOS
. a) PROTOZOARIOS. Son organismos unicelulares, eucariontes, que pueden tener vida libre; su reproducción es sexual y asexual; poseen organelos de locomoción como flagelos, cilios y seudópodos.
b) HELMINTOS. Son organismos pluricelulares complejos, algunos son hermafroditas y otros con sexo separado; la mayoría son ovíparos y poseen órganos de fijación. Estos parásitos a su vez pueden ser nematelmintos y platelmintos.
Transmisión:
Materia fecal: amebiasis, giardiasis y cisticercosis.
Suelo: ascariasis, uncinaria, sis. Ingestión de alimentos: teniasis, triquinosis.
Transfusión de sangre: paludismo. Artrópodos: paludismo.
Transplacentaria: paludismo.
Contacto con mucosas: tricomoniasis.
Contagio: oxiuriasis.
La transmisión de parásitos puede ocurrir de diversas maneras:
Contacto directo: El parásito se transmite de un hospedador a otro a través del contacto físico directo.
Vectores: Organismos intermediarios, como mosquitos, garrapatas o pulgas, pueden transmitir parásitos de un hospedador a otro.
Agua o alimentos contaminados: Al consumir agua o alimentos contaminados con formas infectivas de los parásitos.
Transmisión vertical: De madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia.
Transmisión sexual: A través de relaciones sexuales sin protección.
La materia fecal desempeña un papel muy importante en la transmisión de las enfermedades parasitarias, puede ocurrir de las siguientes formas: defecar al ras del suelo, letrinas inadecuadas, drenajes defectuosos, riego de plantíos con aguas. Negras y deficientes higienes personal.
La prevención del parasitismo implica prácticas de higiene, control de vectores, vacunación en algunos casos y medidas específicas según el tipo de parásito involucrado. Además, la educación sobre prácticas seguras y la detección temprana son esenciales para gestionar y prevenir las enfermedades parasitarias.