Los monopolios y oligopolios son armas de doble filo: por un lado, proporcionan empleo a gran parte de la población; por otro lado, los países en desarrollo corren el riesgo de sufrir una retirada de capital.
Las grandes potencias con industrias desarrolladas invierten en países en desarrollo, a menudo explotados por las grandes potencias pero también incapaces de sobrevivir por sí solos. La exportación de capital permite a los países desarrollados, con las ganancias obtenidas, lanzar negocios que no son posibles para los países pequeños, como los vuelos espaciales.
Gracias al desarrollo del comercio y la industria se han formado importantes rutas comerciales por vía marítima, terrestre y aérea; Se completaron puertos, se construyeron importantes carreteras y se ampliaron los ferrocarriles, proporcionando mejores servicios. En los últimos años, la navegación aérea ha ganado una inmensa importancia.