Al mismo tiempo, las ideas de la Ilustración resonaron en América del Norte, lo que llevó a las trece colonias británicas a iniciar una lucha por la independencia contra la corona británica en 1776, un evento que tuvo un enorme impacto intelectual y político en la vida de la Nueva España, especialmente entre los criollos.
Una de las razones que llevaron a la rebelión en América del Norte fue el descontento general de la gente con las políticas implementadas por el monarca británico Jorge III. Los bienes de consumo de los colonos norteamericanos afectaron directamente su bienestar económico, principalmente a través de los impuestos sobre productos como el té, la melaza y el vidrio.
También tuvo un impacto significativo el estallido de la Guerra de los Siete Años, que fue provocada por la rivalidad entre Francia y Gran Bretaña de 1756 a 1763 y en la que también participó España. Asimismo, fue la violencia en Boston Bridge la que propició el fortalecimiento de los ideales independentistas a raíz del aumento de los impuestos sobre el té y el llamado Congreso Continental en Filadelfia organizado por los colonos.