Religión como una práctica social – Introducción a las ciencias sociales
La religión como práctica social, tiene la función de aportar una serie de valores morales que, en ocasiones, intentan colaborar con la sana convivencia ente individuos.
Debemos considerar que la práctica religiosa promueve el buen comportamiento y la construcción de una conciencia que, entre otras cosas, se dirige a generar acciones de buen comportamiento social.
La religión es también un elemento que genera identidad, ya que en ocasiones estructura las formas de organización y sentido de pertenencia de una sociedad, grupo cultural o comunidad, como en el caso de ciertas comunidades indígenas.
Sin embargo, es necesario considerar que los excesos de esta práctica social pueden generar acciones que derivan en integrismo o fundamentalismos religiosos, en fanatismos o discriminaciones por motivos de credo.
Se debe considerar que muchas de las prácticas religiosas son tradiciones y se mantienen desde hace miles de años, podemos mencionar algunos casos como los pueblos indígenas de México, la India, China, Perú o Brasil.