El movimiento obrero se caracteriza por ser una de las primeras movilizaciones sociales de la era capitalista y el resultado del inicio del proceso de industrialización en México. El movimiento tiene una innegable connotación clasista, pues solo incluye a los trabajadores industriales del país.
El movimiento ha surgido de forma un tanto espontánea, independiente de los partidos políticos, como resultado de las difíciles condiciones de trabajo a las que se enfrentan a diario los trabajadores de diversos sectores.
La historia de México ha tenido tres tipos de movimiento obrero, correspondientes a las tres fases de su historia: