La insurrección que propició la independencia de las trece colonias de Norteamérica y la toma de la Bastilla fueron dos eventos importantes en la historia moderna que tuvieron lugar en el siglo XVIII.
En el caso de las trece colonias de Norteamérica, la lucha por la independencia fue liderada por varios líderes, entre ellos George Washington. Washington, un destacado general de guerra y político, desempeñó un papel fundamental en la lucha contra las fuerzas británicas durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Su liderazgo y habilidades militares ayudaron a guiar al ejército continental hacia la victoria en la guerra y más tarde se convirtió en el primer presidente de los Estados Unidos.
En cuanto a la toma de la Bastilla, este evento marcó el comienzo de la Revolución Francesa y fue un momento decisivo en la lucha por la libertad y la igualdad en Francia. Aunque la toma de la Bastilla fue un evento simbólico más que una victoria militar, su impacto fue significativo en la movilización de los ciudadanos franceses para que se unieran en la lucha contra el antiguo régimen y a favor de una sociedad más igualitaria y justa.
En ambos casos, la lucha por la libertad, la igualdad y la justicia social fueron los motores detrás de los movimientos. Tanto George Washington como los líderes revolucionarios franceses inspiraron y movilizaron a sus pueblos para que lucharan por estos ideales, y sus logros trajeron cambios significativos y duraderos a sus respectivas sociedades.