La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se estableció en 1924 con la adopción de una nueva Constitución. La creación de una Unión fue la fórmula propuesta por los bolcheviques para unir a pueblos, etnias y regiones que poco tenían en común. Pero, de hecho, el poder lo mantienen algunos líderes del Comité Central, a través del Partido Comunista.
Lenin murió en 1924 y su muerte desató una feroz lucha por el poder entre Trotsky y Stalin. Se produjo una lucha entre diferentes conceptos de política y revolución. Para Trotsky, el éxito del socialismo en la Unión Soviética dependía de la victoria de las revoluciones obreras en los países vecinos. Así defendió la revolución mundial. Stalin tenía la intención de implementar el socialismo sólo en la Unión Soviética y dejó de lado el argumento a favor de la revolución mundial hasta que se lograra la industrialización del país, con la Unión Soviética a la par de las naciones capitalistas.