En este sentido, el imperialismo se remonta a los primeros tiempos de la historia. También se considera la dominación de un pueblo sobre otro de diferente raza y cultura, con diversos fines, ya sea por religión (españoles) o por libertad de conciencia (católicos, puritanos y cuáqueros en América del Norte), aunque dominaron todo el comercio y razones económicas. Pero alrededor del siglo XIX se discutió principalmente que el imperialismo sostenía que la primacía absoluta de los factores económicos no era tan importante como las razones políticas.
La interpretación económica de que en el imperialismo colonial era necesario invertir capital excedente, en opinión del estadounidense Conant (1898), el inglés Hobson (1902) y pensadores marxistas posteriores, principalmente Lenin. Entre las teorías económicas del imperialismo, la más aceptada es la de que se refiere no sólo a la inversión de capital en el extranjero sino también a la necesidad de mercados y materias primas.
La causa básica de la expansión colonial fue la revolución industrial, desde 1878 ya no era un monopolio británico, la industria moderna se desarrolló a un ritmo extraordinario en Alemania, Estados Unidos, Francia y Japón.