Los Españoles: la península española monopolizó las riquezas coloniales y los puestos más importantes en la administración estatal, militar y eclesiástica. Aunque son una minoría, lideran la estructura social. Eran un grupo heterogéneo, muchos llegaban como parte de la comitiva del gobernador, ocupaban altos cargos burocráticos y eran responsables de actividades económicas como el comercio, la ganadería o la minería. Pero también hubo españoles que se convirtieron en artesanos, pequeños comerciantes, administradores y gerentes.
Los criollos ocuparon el segundo nivel en la estructura social de la Nueva España. En general, eran propietarios de señoríos y pastos de mediana importancia, pero sin audiencia real no lograron una participación significativa en los grupos e instituciones encargados de la organización y administración del virreinato. Esta exclusión creó profundas heridas que se reflejaron en el naciente espíritu nacional. Así describió el sentimiento criollo el italiano Giovanni Gemelli Carreri en su obra “Viaje a Nueva España” a fines del siglo XVII.